Todavia me
acuerdo como si fuera ayer esa tarde lluviosa con un calor insoportable y
pegajoso del 2009, donde sufrimos hasta el ultimo aliento, el dia mas feliz de
mi vida, el dia que abrace a mi hermano, a mi mejor amiga, y otras personas que
no conocia, pero que compartiamos un mismo amor: Velez Sarsfield.
Ese
recuerdo, esa adrenalina, esos llantos ahora me pesan y pienso que me
encantaria haber repetido todo eso estas ultimas dos veces... pero, siempre hay
un pero... me toco festejarlo sola a 13.000KM de mi segunda casa, del Jose
Amalfitani.
La primera
fue esa hermosa tarde de verano (para mi) en Perugia sola en una casa con una
computadora, mi camiseta y mis lagrimas, si mis lagrimas. Mezcla de tristeza y
alegria. Mezcla de adrenalina y bronca. Mezcla de odio hacia mi misma por estar
tan lejos e incertidumbre de no saber si estaba haciendo lo correcto, si haber
dejado mi Velez por un futuro mejor era la decision justa. Pero ahi estaba...
mirando en un cuadrado de 1280x1024, con una imagen pixelada y un delay de 1
minuto ese ultimo partido que nos consagraria campeones otra vez. El Apertura
del 2011.
Para la
segunda estaba un poco mas preparada. Un poco mas resignada a estar lejos y
tener que gritar a las 11 de la noche sin que nadie me entendiera. Lo venia
preparando toda la semana. No quise viajar a ningun lado porque tenia miedo de
perderme el inicio. Y de tanta
preparaciòn me lo perdi nomas porque calculè mal la diferencia de horario.
Pero.... me perdi solo 20 minutos.
Llegue a mi
casa de Milano con la idea de indosar la azul y blanca. Pero me abrigue toda
porque los 3 grados me estaban congelando el alma. Y ahi empezo el dolor... de
panza, de cabeza, las ganas de vomitar... siguiendo los dichos de la “nonna”
pense que habia “chupado frio” en la calle y por eso me sentia asi, que me
pasaria con el correr del tiempo. Me
meti en la cama, me puse el capucho del buzo (era azul y blanco de todos modos
el buzo... ) y el dolor continuaba y no se iba... y Velez que no la metia... y
Union que seguia avanzando... y River que no hacia nada... y mis amigos que me
empezaban a cargar por Facebook.... yo toda acurrucada, una bola de nervios....
y ahi entendi que todo ese malestar no era el frio, no era que habia comido
algo que me hizo mal... ese malestar era el estar alejada del amor de mi vida,
era estar por segunda vez lejos y no poder gritar como desesperada Dale
Campeon... no poder abrazar a los mios, no poder ver con mis ojos directamente
todos los angulos del estadio... no poder compartir mis llantos con nadie...
Cuando el
arbitro dio el pitazo final crei que me desvanecia, y no estoy exagerando....
la adrenalina era en estado puro, el corazon me iba a mil... y solo podia
llorar y llorar y decir somos campeones otra
vez y “yo aca”....
Si.. y yo
aca... con las ganas de estar abrazada a mi amiga y a mi hermano esperando que
terminara River-Lanus... y yo aca, queriendo festejar algo que nadie entendia y
que no van a entender nunca si no estan en este lugar... y por segunda vez en
estos casi dos años de estar lejos de mi pais me arrepenti.... me arrepenti de
venir y abandonar todo. Me arrepenti de creer ingenuamente que podia vivir
lejos de lo unico que me hacia de verdad feliz: ir a la cancha, estar con los
que quiero, gritar y gritar sin que nadie te calle, porque todos compartimos la
misma pasion, el mismo amor.
Se fue la
segunda y no estaba tan preparada como creia. Se me rompio el corazon como
cuando un amor te deja... como cuando el amor de tu vida te traiciona... aunque
esta vez, lo traicione yo.
Te amo
Velez! Sos y seras siempre mi amor para toda la vida!
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